El reciclaje de PET es en México un caso de éxito que se destaca en todo el mundo. En los últimos cuatro años, ha tenido el acopio de PET post-consumo más alto de América, al tiempo que se ha transformado en el país con mayor recuperación de PET botella a botella, lo que genera un círculo virtuoso de economía circular para el robustecimiento tecnológico, social y ambiental de la industria mexicana.
Sin embargo, como lo señaló el Ing. Jorge Treviño, director general de Ecoce, aunque hay grandes presiones hacia los materiales plásticos por falta de información, no es posible defender a los otros materiales con las victorias del PET, y cada uno debe hacer su trabajo.
Ecoce, creada y auspiciada por la industria de bebidas y alimentos, las compañías dueñas de marca que la respaldan tienen gran interés en replicar en otros materiales los éxitos alcanzados con el PET. “Ahora la panorámica es multimaterial, no solo de plástico sino también de otros elementos. Un dueño de marca puede tener hasta cuatro o cinco materiales para sus líneas de productos e inclusive tener envases con múltiples componentes, como es el caso de las cápsulas de café”, comentó Treviño.
El proceso de reciclado lo clasifican en tres etapas. La de acopio, que consiste en juntar los materiales, y es donde los ciudadanos tienen gran participación. Luego está el reciclado, un proceso industrial que requiere inversiones importantes y consiste en regresarles las propiedades físico-químicas a los materiales para que puedan ser considerados como materia prima para la fabricación de nuevos productos. En tercer lugar está la manufactura de productos con determinado porcentaje de materiales reciclados.
Según el directivo de Ecoce, el cuello de botella está en la recuperación de los materiales. “El problema no es la tecnología, porque hay sistemas alemanes, chinos y de otros países. La tecnología existe, pero hay que ver de dónde se van a abastecer esas máquinas. Por eso es importante promover el acopio de los residuos”, enfatizó.
En el caso del PET, la clave para lograr un modelo exitoso de reciclaje fue conferirle al material un valor suficiente para que haya un interés de acopiarlos y para que, luego de su procesamiento, tuviera un costo competitivo con respecto al material virgen, ya sea para la producción de materia prima o producto terminado. “En México nadie quiere comprar reciclado si rebasa los precios de las materias primas vírgenes, incluso en el PET”, afirmó Treviño.
Con este propósito, Ecoce realizó un estudio y un diagnóstico de los 13 materiales de mayor uso en envase y embalaje, para crear otros comités diferentes al del PET:
envases rígidos mezclados (PEAD, PP, PS), películas plásticas (sin metalizar), películas metalizadas, cartón multicapa o laminado, vidrio desechable, hojalata y envases especiales.
Su función será promover el acopio masivo, determinar qué tanto se puede impulsar cada material de acuerdo con los precios internacionales. “Estamos monitoreando los precios de los seis commodities para ver cuál es su comportamiento y sus posibilidades de valorización, tanto para el acopio como para la comercialización. Lo ideal es llevar el material recuperado a los canales nacionales, pero si no hay capacidades existentes debemos exportarlo. La garantía es que lo que se logre recuperar no se quede en el medio ambiente sino que sea aprovechado nuevamente. Lo ideal es que los materiales se queden en México para fortalecer la industria, pero hay materiales complejos como la película metalizada, para los cuales debemos buscar inversiones tecnológicas y abrir concursos de investigación para encontrarles un uso”, aseguró.
Ecoce busca difundir dos conceptos: el manejo integral de residuos y la responsabilidad compartida pero diferenciada, también conocida como responsabilidad extendida del productor, la cual vincula a toda la cadena productiva, desde el fabricante de las máquinas hasta el que hace la resina, incluyendo al gobierno, a las autoridades y a los consumidores. Cada sector asume la parte de responsabilidad que le toca.
“Si algo está impulsando a que todo el mundo tenga más interés en el tema medioambiental son los riesgos impositivos o potenciales, como que en la ley aparezcan metas de recuperación, metas de acopio o de reciclado mínimos, impuestos ecológicos y limitaciones de uso. Estos son los riesgos que afronta la industria del plástico y por eso el sector debe trabajar con el Gobierno y lograr que nos vean como una parte que quiere ayudar a resolver la situación y que está dispuesta a trabajar con ellos. No es viable no hacer nada. Hay que preparar una postura para ver cómo puede participar la industria”, señaló el directivo.
Tomado de: http://www.expoplasticos.com.mx/2017/es/blog/61-el-problema-no-es-la-tecnologia-sino-promover-el-acopio-de-residuos